domingo, 17 de mayo de 2015

Zegama-Ehunmilak: un sueño

Kaixo,

comienzo a escribir sin saber como titularé este post. Un post de recuerdos. Mezclados pero unidos por una fecha: Maratón de montaña Zegama-Aizkorri 2009. http://www.zegama-aizkorri.com/es/

Todo había empezado unos años atrás, durante la primeras ediciones de esta gran carrera. Yo no quería saber nada. Desde el Polideportivo Zubipe de Ormaiztegi veía la sierra de Aizkorri. La sierra tentaba. Pero Zubipe había dictado sentencia. Mis frágiles tobillos habían sufrido demasiado con el balonmano. Mejor no ir ni a animar.

Pero llegó 2007. No se porqué, acepte ir a ver la carrera con mi suegro. Mi suegra me decía: "cuidado con Aldapa que es una cabra en el monte." Yo ya sabía, humildemente, que ese no era el problema. Y pasó lo que tenía que pasar. Aizkorri me atrapó. Me conquistó.

Aquel día, mientras bajábamos hacia Aranzazu, nos pasaron 10 o 15 de entre el público que va a animar, corriendo como locos. Pero esto que esssss!!! Se puede ir así por este camino? No daba crédito. Ya tenía un reto.

Empecé a correr por el monte. Me dio la oportunidad de conocer cimas que tengo al lado de casa y que no había hollado. Kizkitza. Izazpi. Que grandes sitios sin moverte de casa.

Y en 2009 tuve la oportunidad, gracias a la mediación de Xabi Lasa (Milesker), de poder correr en Zegama. Sin objetivos. Sin objetivos???? Imposible. Enseguida empezaban en los corrillos los sub 6 horas, sub 5'30" etc. No eran descabellados pero pasó lo que tenía que pasar. A pocas semanas de la carrera me tuvieron que bajar en Land Rover en la carrera de Sara en Iparralde. No podía ni andar con el tobillo destrozado. Además, tenía la cabeza muy mal, pues le hice caso al amigo Pirulo que me recomendó ir a Jaca a visitar a la "bruja". Como no, el lunes a las 22:00 estaba yo en Jaca chillando como en una matanza acompañado por mi amada. Y ese mismo viernes, a los 5 días de tener la avería, corría por el bide berde de Mutiloa. Con mucho dolor, pero corría, que ya era mucho. 

La desgracia del tobillo fue la que me hizo disfrutar de esta sin par carrera. No podía arriesgar a "cansar" en demasía mis patas, ya que de lo contrario mis tobillos podían pagarlo. Desde el principio el objetivo era claro. Había que volver a Zegama, había que pasar la meta, ser un finisher. Y aún así, debido a los pobres entrenamientos de las últimas semanas por culpa del tobillo, casi hacen que los calambres me jugasen una mala pasada. Los ánimos del público hacen que eso no sea causa mayor para pensar en la retirada. Y tuve la suerte de sufrir y disfrutar. Mucho. Sobre todo disfrutar. La gente me recuerda con una sonrisa en la cara. Y lo más significativo fue lo que le dije a Amalur nada más pasar la meta: "El año que viene, vuelvo"

Sin embargo, el fin de semana me marcó con algo a lo que con los años le daría otra dimensión. El sábado por la tarde, cuando salíamos de recoger el dorsal, nos encontramos a una persona con un sueño, un sueño que finalmente se ha hecho realidad, y que demuestra que cuando se trabaja y se quiere algo, es posible alcanzarlo. 

Mikel Valdivielso tenía un sueño. Un sueño que a muchos de los que salíamos de recoger el dorsal para una de la carreras más duras del calendario, nos parecía incluso una locura. Pero no, Mikel no estaba loco. Eso si, estaba SOLO. Solo, intentando repartir Flyers en los que nos enseñaba su sueño:
la EHUNMILAK.  http://www.ehunmilak.com/

El año 2010 se celebró la primera edición, y aunque ahora parece que ya está consolidada, poner en marcha las primeras ediciones suponía mucho reto. Unos retos y dificultades ante los que Mikel y su equipo han podido salir airosos.

Hoy en día, me alegro mucho cuando Mikel abraza a todos los finisher de su carrera. Me alegro por él, son la parte bonita del trabajo. Y me alegro más por los "abrazados". Reciben el abrazo de un soñador. Se convierten en parte de su sueño. Del sueño de una gran persona. Y creo que deben de sentirse honrados por recibir el cariño de una persona tan especial.

ZORIONAK MIKEL!!

Ahora ya sé como titularé el post.



Onak izan,

Cajapino